sábado, 17 de abril de 2010

A mi vez fui parte del cuadro con Don Segundo y mi elegida.
Era un gato* con relación.
Cuando quedamos aislados en el silencio, deletrié claramente mis versos:

Para venir a este baile puse un lucero de guía,
Porque yo supe que aquí estaba la prenda que yo quería.

Por la derecha dimos una vuelta y zapateamos una mudanza. Quieto esperé la respuesta, que vino sin tardar:

De amores me estás hablando, yo de amores nada sé;
Pero si en amor sos sabio, se me hace que aprenderé.

A su vez tocó el turno de Don Segundo, que avanzó hacia su compañera retándola con firme voz de amenaza:

Una, dos, tres, cuatro,
si no me querés me mato.

Concluida la vuelta, contestó con gran indiferencia y encogiendose de hombros la voluminosa Doña Encarnación:

Una, dos, tres,
matate si querés.

Entre burlas y galanteos siguió el juego de los versos. (...)

----------------------------------------------------------------------------------------
*Gato: Baile argentino rápido, acompañado por guitarra y canto.

Don Segundo Sombra - Ricardo Güiraldes.

1 comentario: